El ya famoso tubo de oxígeno |
Cusco
(Leo Destéfano).- Está presente en
todos los escenarios deportivos. Es requerido por deportistas de los cuatro
países. Sin él, nadie podría llegar lejos. Con ustedes el gran protagonista de
los Juegos Trasandinos: el oxígeno.
La ciudad de Cusco está situada a
3.400 metros sobre el nivel del mar. Para los habitantes de aquí este dato pasa
desapercibido. Pero para los deportistas trasandinos que llegaron para competir,
es todo un tema. Por eso en todos los escenarios deportivos de esta sede hay un
cuerpo médico y el bendito tubo de oxígeno para recuperar a los deportistas
afectados.
En cada jornada es costumbre ver
desfilar desde la pileta de natación, desde el tatami de judo y desde la cancha
de básquet a los deportistas con destino a la mascarilla de oxígeno, para
recuperarse después de un esfuerzo tan grande como requiere la competencia,
pero desacostumbrado para su cuerpo.
Según la doctora Nelly Silvestre (MP
2001), que acompaña a la delegación salteña, el apunamiento o falta de oxígeno “produce
una brusca baja de presión que puede derivar en un desmayo o lipotimia. Es por
ello que cuando un deportista que no está acostumbrado a la altura realiza un
esfuerzo físico importante necesita ser tratado de inmediato”.
Silvestre explicó que “si un
deportista siente el rigor de la altura se le debe suministrar oxígeno y luego
se lo coloca en posición trendelenburg (acostado con las piernas levantadas)
para que haya un buen retorno de sangre a la cabeza. Esto es necesario ya que
de no controlar rápido la falta de oxígeno, puede haber otras consecuencias
como insuficiencia cardíaca por ejemplo”.
Sin dudas, el tubo de oxígeno es la
gran estrella de los juegos porque siempre es protagonista. Además de lo que
proporciona la organización de los trasandinos, Salta cuenta con oxígeno
propio, que es utilizado por nuestros deportistas.
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